El consejero catalán de Interior, Joan Ignasi Elena, llegó por sorpresa, sin experiencia en el mundo policial y de la seguridad, y después de que unos cuántos hubieran rechazado el cargo. Y es que es sabido de todo el mundo que el titular de la cartera de Interior nunca acaba pasando a la historia para brillar políticamente, sino que sus éxitos se miden por el tiempo que ha tardado en tropezar y por cuántos tropiezos ha podido evitar antes de caer, como todos, en desgracia.
No es un cargo fácil y él lo sabe, y también lo dice. Pero se da la circunstancia que la primera piedra que se le ha puesto delante podría acabar representando su gran tropiezo. Y es que la remodelación de la cúpula de los Mossos d’Esquadra que ha impulsado no ha caído bien ni en el cuerpo, ni a la oposición, ni a parte del Govern.
Joan Ignasi Elena había sido uno de los líderes del sector autodenominado catalanista del PSC, y dejó el partido para montar su propia organización cuando los socialistas renunciaron al referéndum. Su plataforma siempre se ha presentado con ERC a las elecciones, pero él nunca había ido a las listas. Ahora que es consejero, pero, ERC le pide que empiece a militar. Y esto no le gusta mucho, según fuentes de su propio gabinete.
