Ciudadanos, el Partido Popular y Vox han sido las tres formaciones políticas que más rédito político han sacado –o han intentado sacar– del caso de la familia de Canet de Mar que ha conseguido que un juzgado haya obligado una escuela a impartir el 25% de las horas de clase de su hijo de cinco años en castellano.
Pero quien inició la “guerra judicial” y quien hizo público el caso fue una entidad poco conocida, la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB). Después del episodio, que la derecha española considera un éxito, en Ciudadanos (Cs) hay un especial interés para capitalizar y controlar los próximos movimientos de esta asociación.
Y es que, aunque las redes hayan explicado que el padre del niño de Canet de Mar podría estar próximo a Cs, al partido no han querido ni han podido confirmarlo, pero se han dado cuenta que podrían capitalizar el rédito del caso si al imaginario general se asocia sus siglas con las de esta entidad. Tanto es así que, de repente y sin que hasta hace poco el tema formara parte de su agenda, la defensa del castellano y de su modelo de bilingüismo ha pasado a ser el centro de multitud de actas y declaraciones de Ciudadanos.
