Las discrepancias entre los socios de gobierno de la Generalitat se han vuelto a poner de relieve este jueves a partir de una moción presentada en el Parlament por el PSC sobre «proyectos estratégicos y de apoyo a las empresas», que incluía entre sus puntos los Juegos Olímpicos de Invierno y el proyecto Hard Rock. Aunque ERC y Junts han coincidido en la abstención respecto a la candidatura olímpica, los socios del Govern no se han puesto de acuerdo en cuanto al complejo recreativo y turístico de Salou y Vilaseca, y mientras los republicanos han decidido abstenerse, los pos-convergentes han votado a favor.
«Toca mojarse. La CUP se moja, los comunes, Ciudadanos, nosotros, Junts; pero ERC no», ha criticado el diputado socialista Òscar Ordeig, quien ha añadido que «la gente nos vota para que seamos claros» y que ni el presidente, Pere Aragonès, ni los republicanos «se mojan con ninguno de los proyectos estratégicos». Como respuesta, el diputado de ERC Engelbert Montalà ha acusado al PSC de aspirar a «ejercir de brazo político del Ibex-35 en el Parlament de Catalunya» y de someterse a «la agenda económica conservadora que sale del Ministerio de Economía socialista».
En cuanto al punto sobre el apoyo a la candidatura de los Juegos de Invierno, la abstención de Junts ha contrastado con la firme defensa que el diputado Ramon Tremosa ha hecho al respecto, reivindicando el papel de su partido: «Junts impulsó esta candidatura. Lo hizo Meritxell Budó (ex-consejera de la Presidencia y portavoz del Gobierno de Quim Torra). Y yo fui cabeza de lista por Lleida y en campaña cada día hablaba de esa candidatura».
Sin embargo, los republicanos, más allá de los reproches a los socialistas, no han aclarado su posicionamiento sobre los Juegos Olímpicos ni el Hard Rock, ni tampoco han concretado qué les ha llevado a abstenerse en la votación.
