El Govern estaría estudiando subir unos 250 millones de euros la partida destinada a políticas de vivienda, por lo que se pasaría de prever 749 millones a rozar los 1.000 millones. El incremento tiene como objetivo seducir a la CUP para que se preste a retirar la enmienda a la totalidad y acabe permitiendo la tramitación en el Parlament de los presupuestos del 2022, según publica La Vanguardia. La fecha límite es el próximo lunes 22 de noviembre, cuando se celebre el pleno de totalidad.
La cifra sería la última propuesta y quedaría cerca de la demanda de los 1.000 millones de euros anuales que reclaman los anticapitalistas y del acuerdo que firmaron con Esquerra en marzo para investir a Pere Aragonès como presidente de la Generalitat.
Aparte, el Govern también estudia avanzar en la municipalización del agua, como también le reclamó la CUP por escrito el martes por la noche. Pero en este punto existen muchas más dificultades. Además, ERC, mediante una entrevista a su número dos, Marta Rovira, al Naciodigital, propuso crear un grupo de trabajo para estudiar un referendo, aunque desde la formación señalan que ahora no está previsto celebrarlo durante esta legislatura.
El presidente Aragonès se pondrá en contacto con los anticapitalistas para hacerles llegar las nuevas propuestas antes del fin de semana.
