El ofrecimiento que ha hecho el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, a En Comú Podem para negociar los presupuestos conjuntamente no ha gustado a Junts, que ha mostrado su disconformidad al no aplaudir esta intervención del presidente catalán. En su intervención, el líder del partido pos-convergente en el Parlamento, Albert Batet, ha trasladado a Aragonès el rechazo de su formación a tender la mano a los comunes, y le ha instado a contar sólo con los partidos de la investidura.
Batet ha reprochado al jefe del ejecutivo de la Generalitat que se abra «a otras mayorías parlamentarias no acordadas«, y ha asegurado que se juegan «la legislatura del 52%». El presidente del grupo parlamentario de JxCat ha hecho un llamamiento a no desaprovechar «el aval que representa tener la mayoría independentista más grande de la historia del Parlamento, con un total de 74 diputados» y, en este sentido, ha preguntado a Aragonès cómo mantendrá «la fuerza del 52% independentista» si negocia sus presupuestos con los comunes.
El presidente catalán, respondiendo a Batet, se ha comprometido a trabajar para preservar a la mayoría independentista y para que los partidos de la investidura -Junts, ERC y la CUP- sean los que aprueben las cuentas del 2022, aunque no se ha desdicho de la oferta hecha a los comunes. Precisamente, ha señalado que son «una mayoría plural», y que «eso les obliga a ceder».
«Debemos hacer de la diversidad un activo. Los pasos adelante, las acciones y las omisiones de los próximos días son importantes, pero en ningún caso deben suponer la exclusión de la mayoría que permitió mi investidura», ha remarcado Aragonès, manteniendo como primera opción el pacto con los anticapitalistas.
