La concesión de la Medalla de Honor del Parlamento de Cataluña a las «víctimas de la represión del Estado por su participación en el 1-O» ha despertado las críticas, en diferente grado de crispación, de los partidos de la oposición a la Generalitat, y Ciutadans y el PSC ya han anunciado que no asistirán al acto de entrega del galardón, el próximo 10 de septiembre. Los comunes, en cambio, aseguran que «siempre asisten a los actos de la Diada».
Los socialistas se han mostrado decepcionados con la decisión, impulsada por la presidenta de Parlamento, Laura Borràs, y han anunciado su ausencia de la ceremonia. «Un Govern tiene que ser el gobierno de todos, pero este Govern no representa a todos y es difícil que nos sentimos representados con iniciativas como ésta», señaló la portavoz de PSC, Alicia Romero. «La respetamos pero no nos parece de recibo. Nos duele que no podamos asistir», lamentó.
Por otra parte, el líder de Ciutadans en Cataluña, Carlos Carrizosa, acusó Borràs de «calentar la Diada» con la distinción y también ha criticado la tibieza del PSC, que «siempre mira a otro lado» y no quiere criticar para «no molestar a sus socios» en el gobierno central.
