El abad de Poblet, Octavi Vilà, ha manifestado este domingo en su homilía dominical que se sienten «profundamente avergonzados, intensamente doloridos y humildemente arrepentidos» ante el caso de abuso sexual contra una niña de cinco años que afecta a un monje detenido este miércoles por los Mossos y, actualmente, en libertad con cargos.
En la misa conventual, Vilà ha lamentado que el monasterio se haya convertido en «piedra de escándalo para los creyentes y no creyentes» y ha expresado el malestar de la comunidad: «Cuando un hermano de la comunidad comete una falta, peca toda la comunidad». «Porque tal vez hemos hecho daño a un inocente, porque tal vez hemos hecho daño a una familia, porque tal vez hemos hecho daño a toda la Iglesia y a mucha otra gente», ha añadido.
En nombre de la comunidad, el abad de Poblet ha reiterado el compromiso de luchar «contra todo tipo de abusos en la Iglesia» y ha expresado «el máximo interés» del monasterio para que la justicia esclarezca los hechos. «La verdad al final saldrá a la luz y es esto lo que nos interesa a todos, eso es lo verdaderamente importante. Hasta entonces todo serán sombras, dudas y especulaciones más o menos malintencionadas o bienintencionadas», ha señalado.
Los hechos del caso que afectan al monje se produjeron el 15 de agosto, después de la misa en el interior del monasterio, y la investigación se inició a partir de una fotografía tomada por un turista alemán, en la que se apreciarían indicios de los tocamientos del religioso a la niña de cinco años. En la declaración judicial, el jueves pasado, el monje de Poblet investigado habría declarado culpable «de un solo tocamiento» a la niña, según adelantó la ACN, y quedó en libertad con cargos.
El religioso, sin embargo, tendrá que comparecer periódicamente en el juzgado y tiene una orden de alejamiento de la víctima. El juez le ha retirado el pasaporte y el abad de Poblet le ha prohibido cautelarmente ejercer sus derechos capitulares, hacer cualquier actividad pastoral y abandonar la clausura.
