Jordi Cuixart, el presidente de Òmnium Cultural, ha justificado este viernes el abrazo que le dio al ministro y exjefe de filas del PSC Miquel Iceta durante el acto de toma de posesión de Pere Aragonès como presidente de la Generalitat.
Cuixart, en declaraciones a RAC1, ha explicado que cuando ve Iceta va a abrazarlo para construir «un solo pueblo» y evitar una confrontación entre los demócratas de Cataluña, aunque también ha dicho que le separa mucha distancia del PSC y que empatiza con las personas que se sintieron dolidas por el gesto, con que ha especificado que pretendía evitar que sus hijos vieran «el odio y el rencor» como una posibilidad.
Además de marcar distancias con «el odio y el rencor», de los que ha dicho que se debe proteger y cuya «semilla» no quiere que «germine», Cuixart se ha mostrado sorprendido por la repercusión del abrazo, que asegura que dio con «sinceridad» y «de todo corazón».
El presidente de Òmnium, que sostiene que está en prisión «por desconvocar una manifestación», ha considerado que los indultos no solucionarán el problema de fondo, y ha asegurado que «no pediremos ninguna medida de gracia». Asimismo, se ha reafirmado en que «lo volveremos a hacer».
