Que, en directo, lo siguieron 601.000 personas. Si se recurre a la audiencia acumulada, las personas que, como mínimo, se detuvieron un minuto delante del televisor cuando se emitía el debate, esta cifra sube hasta los 1.449 millones espectadores. Si se suman las audiencias acumuladas del programa previo al debate y las tertulias posteriores, se llega hasta los 1.895 millones espectadores. La Corporación Catalana de Medios Audiovisuales difundió una nota titulada «Casi 2.000.000 de espectadores siguieron la programación especial» dedicada al debate. El ‘casi’ de la CCMA se refiere a los 115.000 espectadores que les faltaron para redondear los dos millones del titular. Nada menos que se quedó a un 6% de la audiencia acumulada para alcanzarlo.
Los datos que suministró la CCMA son los que ofreció Kantar Media, la empresa que ha contratado para que le haga estas estimaciones. El 27 de julio, la CCMA renovó el contrato con esta empresa para que hiciera el «servicio de medición de las audiencias de televisión». El contrato tiene una duración de tres años y cuesta 1.063.566,11 euros.
«La programación especial en torno al debate electoral hizo un excelente resultado», según la nota de la CCMA. El debate en concreto tuvo una cuota de audiencia del 26%. La previa, un 17,1% y el análisis posterior, un 19,1%. En el comunicado también se sacaba pecho diciendo que ese martes, TV3 había sido líder de audiencia -para variar- y que «fue el mejor martes desde el 3 de noviembre». Es decir, que, antes del 3 de noviembre, muchos martes TV3 tuvo más audiencia que el martes en que se emitió en directo un debate electoral en el que se jugaba el futuro de Catalunya.
