Después de que el gobierno catalán compareciera este martes por la noche para anunciar el confinamiento perimetral del Ripollès y de la Cerdanya a raíz de la fuerte propagación del coronavirus, a primera hora de este miércoles ya había colas kilométricas en algunos accesos de ambas comarcas.
Las retenciones, que comenzaron a las 7 de la mañana, se han concentrado en puntos estratégicos como la entrada sur de Ripoll en la C-17 o el túnel de Cadí, donde los Mossos d’Esquadra han establecido un control en la boca norte.
Los agentes policiales detienen a los conductores para comprobar que se desplazan por alguno de los motivos permitidos (cuestiones laborales, razones sanitarias, recogida de menores, cuidado de personas dependientes…). En este sentido, los vehículos que no cumplen los requisitos establecidos deben retroceder.
Sobre las restricciones adoptadas en el conjunto de Cataluña, el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, ha asegurado que habrá que reconsiderar las medidas adoptadas por el ejecutivo catalán: «Tendremos que hacer un replanteamiento en un momento u otro».
En una entrevista en RAC1, Argimon ha abogado por medidas «generales en todo el territorio y un perimetraje comarcal que sea efectivo» y que no permita ir a segundas residencias.
Por otra parte, ha lamentado que después del puente de la Constitución las cifras de contagios se hayan disparado por cuatro y ha afirmado que él habría adoptado restricciones «de mayor impacto» de cara a Navidad.
