La residencia geriátrica de la Fundación Fiella comunicó la mejoría de la situación de un interno a los familiares, aunque esa persona ya había muerto, según un testimonio revelado por el diario Segre. «Me llamaron de la residencia de Tremp para explicarme que el sector donde estaba mi familiar estaba libre de contagios, y yo les dije que había fallecido hacía una semana», explica esta persona al rotativo leridano.
El caso ha trascendido después de que el número de muertes en esta residencia de Tremp haya llegado a 55 y el de los internos contagiosos sea de 68, oficialmente. El centro, que está bajo el control directo del Departamento de Salud de la Generalitat desde el 28 de noviembre y está siendo investigado por la Fiscalía de Lleida, no fue desinfectado por una empresa especializada hasta el 29 de noviembre, al día siguiente de que Salud asumiera el control y diez días después de que este departamento conociera la existencia de problemas, publica El Periódico.
Aquel mismo día 29 accedieron allí por primera vez los Bomberos para inspeccionar y sectorializar, explica una portavoz del cuerpo al mismo periódico, que indica que a diferencia del caso de la rápida intervención de Cervera, la intervención de Tremp fue planificada y acordada entre Salud Pública, el CAP local, la residencia y los Bomberos.
La Fundación Fiella reprocha al Departamento de Salud que envió supervisores a la residencia el día 21 pero no adoptó ninguna medida contundente entonces. Salud recrimina a los responsables del centro que no aplicaron los protocolos de contención de la pandemia.
La falta de control, admitida por Salud en una rueda de prensa de la gerente de las regiones sanitarias del Alto Pirineo y Aran y de Lleida, Divina Farreny, llegó al punto de que los usuarios de la residencia contagiados y aislados han pasado semanas sin ropa limpia, publica también el Segre, aunque añade que, según fuentes de Salud, ahora el servicio de lavandería funciona correctamente.
Este lunes, la Fiscalía de Lleida ha vuelto a pedir este lunes al departamento encabezado por la consejera Alba Vergés que le facilite información para evaluar si se cumplieron los protocolos de seguridad contra la Covid-19 en la residencia, después de haberla solicitado la semana pasada y no haber obtenido una respuesta.
Por su parte, Josep Maria Mauri, vicario general de la diócesis de Urgell y miembro del patronato de la Fundación Fiella, ha afirmado que la residencia geriátrica era «modélica» antes de la intervención de Salud -que, según él, ocurrió el día 26-, y que, desde entonces, «no somos responsables».
