Desde hace años, todo lo que rodea al empresario Jaume Roures, fundador del grupo Mediapro junto con su socio Tatxo Benet, es un misterio. Esto ya lo sabemos muy bien en Cataluña y en España y ahora lo acaban de descubrir también en Francia, donde Mediapro ha provocado un gran escándalo económico y mediático porque no ha pagado 172 millones de euros de su contrato con la Liga de Fútbol Profesional (LFP) del país, provocando un gran agujero en las finanzas de los clubes de primera y segunda división.
A raíz de este escándalo, los medios de comunicación franceses se han interesado fuertemente por esta compañía catalana, que tiene su sede en la Diagonal, junto a la plaza de las Glorias. Así, han averiguado y han explicado que, desde el año 2018, Mediapro es propiedad (53%) de un fondo chino, denominado Orient Hontai Capital (OHC), que, a su vez, está participado por la potente compañía de seguros Orient Securities, con sede en Shangái.
Pero los periodistas del diario Le Monde han querido ir más allá y se han presentado en la sede oficial de Orient Hontai Capital (OHC) en Shangái, en la planta 24 de un edificio de oficinas. Allá se han encontrado que nadie conoce la existencia de OHC y, además, les han explicado que la planta 24 no existe, puesto que el número 4 en China se considera que lleva muy mala suerte. No solo esto: los periodistas de Le Monde han intentado localizar a Tony Ma, el CEO de Orient Hontai Capital y es como si se lo hubiera tragado la tierra.
El fútbol profesional francés ha puesto su destino en las manos de Mediapro, a cambio de 780 millones de euros cada temporada, entre los años 2020/24. Este pasado 5 de octubre, Mediapro tenía que pagar 172 millones de euros a la LFP y no lo ha hecho. En diciembre tiene que pagar 150 millones más y ya veremos si lo hace. Mientras tanto, los chinos que, supuestamente, daban solvencia y garantía a Mediapro, están “missing” y ni Le Monde los encuentra. El pasado miércoles, Jaume Roures dio una conferencia de prensa en París para intentar calmar los ánimos, pero todo el mundo se pregunta en Francia: ¿dónde están los chinos de Mediapro?
