Mas rechaza sumarse a Junts porque «puede llevar a la separación» y no volverá a la primera línea

El expresidente catalán dice que está "triste, decepcionado y enfadado" por la falta de unidad soberanista y del espacio político posconvergente
Carles Puigdemont i Artur Mas en una reunió del Consell Nacional del PDECat
Carles Puigdemont y Artur Mas en una reunión del Consejo Nacional del PDECat

Artur Mas, expresidente de la Generalitat (2010-2016) y exlíder de Convergècia y el PDECat, ha comparecido este lunes ante los medios para romper su silencio sobre el desacuerdo entre los partidos que considera que forman parte de su espacio político, el PDECat y Junts, y ha descartado volver a la primera línea política aunque ya no está inhabilitado.

Mas ha argumentado que durante toda su carrera ha impulsado espacios de integración, entre los que ha citado CDC, CiU, la Casa Gran del Catalanisme y Junts pel Sí, y que "no quiero acabar mi trayectoria política avalando una separación", hecho que el exlíder convergente ha dicho que "tengo la sensación que podría pasar".

De hecho, ha justificado su silencio aduciendo que quería evitar hacer declaraciones que pudieran "perjudicar" un acuerdo entre Junts y el PDECat, y su decisión de hablar ahora porque, por un lado, "cada día hay más gente que habla por mí", y por otro lado y como principal motivo, porque se considera interpelado por determinadas decisiones y "cosas que están pasando".

En este sentido, ha citado la decisión del expresidente Carles Puigdemont y otras figuras relevantes de dejar "el partido que ellos mismos habían fundado" y pasar a Junts, y también el hecho de que la última remodelación del gobierno catalán haya dejado fuera a la última representante del PDECat, Àngels Chacón. Mas ha dicho que "quiero creer" la justificación de esta decisión por parte del presidente Quim Torra, que adujo un refuerzo del ejecutivo en la lucha contra la Covid-19, pero también ha considerado que no es una decisión "ni neutra ni gratuita", y que "trae consecuencias".

Mas ha explicado que la única "lectura correcta" de que se quede al PDECat es que, simplemente, no se marcha del partido donde ha sido desde que él y Puigdemont -ha reiterado-, junto con otros dirigentes, crearon el partido sucesor de Convergència "en un despacho de Bélgica". Si bien ha dicho que no critica que otras figuras hayan decidido dejar el PDEcat, ha afirmado que "me consta que algunos se marchan a regañadientes" y que "se les hace elegir".

Por su parte, ha descartado categóricamente la posibilidad de volver a la primera línea política no sólo como candidato a la presidencia, sino también en otra responsabilidad gubernamental, así como formar parte de una lista electoral.

A partir de ahora, ha asegurado que pretende subrayar su perfil institucional como expresidente, ya que considera que puede "prestar ayuda", lo que considera que le obliga a distanciarse del "combate político diario". Asimismo, ha anunciado que trabajará para rehacer la unidad del "proyecto soberanista" y "de mi espacio político", que "no se tendría que haber agrietado". Viendo "las grietas y la falta de unidad", ha confesado que "estoy triste, decepcionado y enfadado".

En cualquier caso, ha dicho que nadie espere de él nada que se pueda interpretar como una confrontación con Puigdemont, lo que cree que querrían los "adversarios internos y externos", pero ha reconocido que "en algo no debe de estar muy de acuerdo cuando no me integro en Junts". "Sólo estaré ahí si se encuentra la fórmula de la integración", ha expresado.

"Si no hay unidad en el mundo soberanista, nadie nos tomará seriamente, ni en Madrid ni en Bruselas ni en ninguna parte", ha alertado sobre la desunión entre los partidos soberanistas, y en cuanto al espacio político posconvergente, se ha referido a la dificultad de pedir unidad a otros partidos si entre ellos no la logran.

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