El PDECat ha demandado a JxCat ante la justicia después de que la fuerza heredera de CDC considerara que el cambio efectuado el pasado mes de julio por el cual se modificaba en el registro de partidos la propiedad de la marca de JxCat (pasaba a estar controlada por personas afinas a Carles Puigdemont) se había producido de forma fraudulenta. La decisión del partido de Bonvehí entierra las escasas opciones que quedaban para que ambas formaciones pudiesen lograr un acuerdo electoral de cara a los próximos comicios en el Parlament.
El PDECat denuncia que a principios de este año los afines al expresidente catalán llevaron al notario un documento donde Laia Canet, exconsejera municipal del PDECat en L'Eixample y expresidenta de JxCat, renunciaba a la titularidad de las siglas y lo acreditaba con una certificación que aseguraba que se había reunido una asamblea telemática para modificar la dirección del partido. En este sentido, los nuevos titulares del partido pasaban a ser el alcalde de Balenyà, Carles Valls, la exmiembro de la dirección del PDeCAT Montserrat Morante, y la exsecretaria de la ANC Irene Negre.
Sin embargo, la formación heredera de CDC señala que esta asamblea telemática no se produjo y lo avala con el testigo de dos trabajadores del PDECat, que también constaban como titulares junto con Canet, y que afirman que no se los convocó a la reunión.
La próxima semana se celebra una vista para que el juez decida si aplica o no medidas cautelares para suspender el uso de la marca por parte de los partidarios de Puigdemont hasta que se esclarezcan los hechos.
