Los bancos de alimentos no dan abasto

Cáritas, Cruz Roja, los servicios públicos y las entidades ciudadanas que reparten comida se encuentran con personas a las que nunca habían atendido
Trabajadores de Cáritas en un local de reparto de alimentos
Trabajadores de Cáritas en un local de reparto de alimentos

Las entidades que reparten comida a personas y familias vulnerables están viendo como el aumento de la demanda se ha disparado después del estallido de la crisis de la Covid-19. Los Bancos de Alimentos, Cruz Roja, Cáritas, los servicios públicos y las entidades ciudadanas que reparten comida a las personas que la necesitan han experimentado un aumento espectacular de las solicitudes. A las puertas de sus locales se concentran cada día más ciudadanos y las colas que se forman son cada vez más largas.

Semanas atrás, los beneficiarios de este reparto de alimentos eran personas sin techo o familias sin recursos. Ahora, en estas colas se encuentran muchas que tenían trabajos precarios que les permitían subsistir pero que han perdido a raíz del confinamiento y el cierre de bares, tiendas y establecimientos comerciales donde trabajaban. Muchas familias, además, han prescindido de las cuidadoras de sus miembros más ancianos o dependientes.

Cáritas Diocesana de Barcelona calcula que se han multiplicado por tres "las personas que se acercan por primera vez a Cáritas o que vuelven después de un periodo en que no habían necesitado nuestra ayuda". "Si la curva de contagios de la Covid-19 es decreciente, la curva de personas que está pidiendo ayuda aumenta", ha dicho este jueves 14 de mayo el director de Cáritas Diocesana de Barcelona, Salvador Busquets.

También ha explicado que la mayoría de los que se acercan ahora a la entidad "en la mayoría de casos son personas que trabajaban sin contrato, pero también los hay que todavía no han cobrado el expediente de regulación de empleo (ERTE) y no tienen ahorros para salir adelante". Las delegaciones parroquiales de Cáritas de Barcelona y sus siete comedores sociales han repartido comida a más de 9.500 hogares.

Desde mediados de marzo, Cruz Roja de Catalunya ha distribuido 620.910 kilos de alimentos y ha realizado más de 60.000 entregas de productos de primera necesidad como medicamentos, kits higiénicos o ropa a 154.042 personas en riesgo de exclusión social, repartidas por más de 150 municipios. A Cruz Roja Catalunya llegan cada semana 10.000 peticiones nuevas de ayuda.

En cuanto al Banco de Alimentos, la demanda de ha aumentado en un 40% en toda Catalunya y las consultas sobre ayuda alimentaria se han multiplicado por cuatro. Los servicios municipales también constatan este incremento del número de gente que necesita que les den alimentos. En Barcelona, por ejemplo, los servicios municipales de alimentación incrementaron un 146% el volumen total de comidas servidas en el mes de abril, pasando de 3.810 a 9.389. Los que se reparten a domicilio subieron de 1.232 a 3.111.

La sensación que hay en estas entidades y en las asociaciones ciudadanas que han improvisado servicios de reparto de alimentos es que la situación empeorará aún más los próximos días. Las colas de gente pidiendo alimentos no paran de crecer.

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