La consejera y portavoz del gobierno de la Generalitat, Meritxell Budó, ha cifrado en 15 las actuaciones de los Mossos d'Esquadra que el gobierno catalán pone bajo sospecha.
Se trata de intervenciones efectuadas en el marco de las movilizaciones y los disturbios posteriores a la sentencia del proceso, que se encuentran bajo investigación. Entre los hechos bajo la lupa, según El Periódico, están el caso de un agente que gritó desde un furgón policial, haciendo burlade un lema procesista, "¡Venid, que somos gente de paz!", así como el del conductor que avanzó con el vehículo llevando manifestantes colgados del capó.
Budó ha indicado que se trata de la evaluación interna más grande jamás emprendida en el cuerpo de Mossos d'Esquadra y ha indicado que los 15 casos podrían acabar con sanción, apertura de expediente o información reservada, pero que de momento no puede ofrecer más detalles. Además, ha hecho oficial el esperado acuerdo del gobierno de la Generalitat para impulsar una comisión de investigación en el Parlamento catalán sobre los hechos ocurridos a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo contra los dirigentes del proceso.
Estos anuncios se producen después de la reunión del consejero de Interior, Miquel Buch, con la cúpula de los Mossos. En cuanto a la situación de Buch, Budó ha afirmado que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, mantiene intacta su confianza en el titular de Interior.
Sobre las controvertidas palabras de la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, que ha valorado el eco internacional que proporcionan los disturbios al asunto catalán, la consejera Budó ha dicho que la "inmensa mayoría" de los catalanes "han elegido un camino de reivindicación pacífica y no violenta", y que la violencia en las calles "no es el camino que la mayoría hemos elegido".
