Aunque sólo ha estado un año presidiendo la Diputación de Barcelona, Marc Castells ha intentado aprovecharlo al máximo. Cómo si se tratara de un limón, el alcalde de Igualada ha exprimido la presidencia en beneficio propio hasta dejarla sin zumo. La institución barcelonesa ha sido el caballo de Troya de Castells para asaltar el poder. En un año, el igualadino se ha multiplicado en infinidad de acontecimientos intentando escalar lo máximo posible dentro de Junts per Catalunya (JxCat).
Según explica él mismo, empezó a tener conciencia política a los 16 años, cuando participó en unas colonias del Grupo Nacionalista de Cataluña y quedó fuertemente impactado por personas como Pep Espar y padre Ballarín. En 1997 entró a militar en la JNC y hasta el 2003 ocupó varios cargos, hasta conseguir la presidencia local de CDC y ser cabeza de lista de CiU en Igualada. Vinculado durante 12 años al Consejo Comarcal, donde fue trabajador y presidente, desde junio del 2011 es alcalde de Igualada, y el año pasado sustituyó a Mercè Conesa en la presidencia de la Diputación de Barcelona.
En las últimas municipales, Castells ha perdido la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Igualada, bajando de 11 a 9 regidores. Las izquierdas igualadinas, pero, no han pactado y Castells repite de alcalde. Gobernará en minoría y tendrá que llegar a acuerdos para seguir con sus proyectos. Intentó un pacto con Esquerra Republicana, pero no fue posible y ahora tendrá que trabajar en solitario.
De todas maneras, la carrera y las ambiciones de Castells continúan. A pesar de que dudó del presidente Carles Puigdemont cuando este estuvo a punto de convocar elecciones en lugar de proclamar la independencia, el ex-presidente parece que lo ha perdonado. De hecho, en la presentación de su candidatura, Castells se rodeó de un tridente de presidentes: Artur Mas, Carles Puigdemont y Quim Torra. Su nombre es uno de los que suenan para hacerse cargo de Junts per Catalunya ahora que se quiere intentar coordinar la postconvergencia. Artur Mas lo tiene en cuenta para reconducir el partido. De hecho, a lo largo de estos años Castells se ha dedicado a nadar y guardar la ropa haciendo equilibrios entre el PDECat y Junts per Catalunya y, además, la Crida.
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