El copríncipe no firma

El arzobispo de la Seu d'Urgell, Joan-Enric Vives, provoca una crisis institucional en Andorra al negarse a ratificar dos leyes aprobadas por el Consejo General (Parlamento)
El arzobispo de la Seu d'Urgell, Joan-Enric Vives.
El arzobispo de la Seu d'Urgell, Joan-Enric Vives.

Andorra vive, este domingo 7 de abril, una disputada jornada electoral, con la renovación de los 28 miembros que forman el Consejo General (Parlamento). La clave de estos comicios rae en saber si el partido en el gobierno, Demócratas por Andorra (DA) revalidará la mayoría absoluta que ha disfrutado en las dos últimas legislaturas.

Por imperativo constitucional, el hasta ahora jefe de gobierno, Toni Martí, no se puede volver a presentar. El candidato de DA es el ex-ministro de Asuntos Sociales, Justicia e Interior, Xavier Espot, inmerso en un escándalo de tenencia y consumo de drogas cuando era alcalde (juez), del cual ha informado EL TRIANGLE. El líder de la oposición con más posibilidades para arrebatarle la silla es el cabeza de lista del Partido Socialdemócrata (PS), Pere López.

Las elecciones del 7-A vienen rodeadas por la insólita crisis institucional que ha provocado el copríncipe episcopal del país de los Pirineos, el arzobispo de la Seu d'Urgell, Joan-Enric Vives. El prelado, que ejerce las funciones de jefe de Estado, junto con el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, se ha negado a firmar y a validar dos de las últimas leyes aprobadas por el Consejo General.

En concreto, se trata de la ley 12/2019 sobre técnicas de reproducción asistida y la ley 14/2019 sobre derechos y deberes de los niños y adolescentes. El copríncipe Joan-Enric Vives no ha dado ninguna explicación del porque de su negativa a ratificar estos textos legales, que han podido entrar en vigor gracias a la firma del copríncipe Emmanuel Macron.

Según ha trascendido, el arzobispo de la Seu d'Urgell habría aludido a cuestiones morales y religiosas para negarse a firmar la ley de reproducción asistida. Pero más sorprendente todavía es su oposición tajante a la ley de protección de los niños. El punto de discordia sería el artículo 23.2 que dice: "Todos los niños y los adolescentes tienen el derecho de ser respetados y acompañados en la determinación de su identidad de género".

LEE EL ARTÍCULO COMPLETO EN LA EDICIÓN EN PAPEL DE EL TRIANGLE DE ESTA SEMANA

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