El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha comparecido públicamente en Berlín, acompañado de su abogado, Gonzalo Boye, coincidiendo con el inicio del juicio a los dirigentes del proceso encausados que no se marcharon al extranjero para evitar la justicia española.
"Confío que durante el juicio continúa habiendo la oportunidad para que el Estado rectifique", ha manifestado Puigdemont, que además ha añadido que el único desenlace justo es la absolución porque, según él, "no hay razones jurídicas, pruebas o hechos, no hay crimen".
Asimismo, ha considerado que se trata de un juicio de carácter político que España tuvo "la oportunidad de evitar", que representa, a su parecer, una "prueba de resistencia" para el Estado de derecho y un "test" para el sistema judicial español.
El expresidente, que sostiene que el juicio "apela a todos los demócratas del mundo", se ha atribuido la responsabilidad del 1-O cuando ha dicho que todo aquel que estaba a sus órdenes afronta ahora "el peor crimen que tenemos, el de rebelión".
Declarado en rebeldía por el Tribunal Supremo, la ausencia de Puigdemont como testigo, pese a la petición de las defensas, ha sido uno de los temas sobre la mesa en la primera sesión del juicio a los dirigentes del proceso.
