El proyecto de presupuestos generales del Estado para este año ya ha llegado al Congreso de los Diputados. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha entregado las cuentas a la presidenta del Congreso, Ana Pastor.
De este modo, las grandes cifras del Estado empiezan a recorrer un camino sin la garantía de ser aprobados. Los votos de los independentistas catalanes son imprescindibles y la negociación se prevé larga y complicada.
El 16,8% de las inversiones previstas en estos presupuestos irían a Cataluña. Una proporción que está por debajo del peso real de la economía catalana en el conjunto del Estado, que es del 19,2%.
En los últimos días, desde el gobierno español se había filtrado la voluntad de acercarse a este techo, y cumplir de este modo con el espíritu de la disposición adicional tercera del Estatuto, que ya no está en vigor. El 16,8% quedaría más de dos puntos por debajo de este tope.
No obstante, la inversión subirá notablemente, y llegará a los 2.051 millones de euros, un 52% más que en los presupuestos del 2018, que fue de 1.349,50 millones de euros. Esta cifra, según informa el ministerio de Hacienda, no incluye los 200 millones de euros que Generalitat y Ministerio pactaron el septiembre pasado en concepto de atrasos.
Si estos 200 millones extra -que se tienen que destinar a infraestructuras- se contabilizan dentro de la partida de inversión para el 2019, el porcentaje que correspondería a Cataluña del total asignado a las comunidades autónomas se elevaría hasta el 18,2%, todavía más cerca del techo del 19,2%.
A partir de este lunes, los presupuestos empiezan un trámite parlamentario que tendrá que superar un primer obstáculo, el debate de las enmiendas a la totalidad, que previsiblemente se hará los días 12 y 13 de febrero.
