Ya son cinco los miembros del metro de Barcelona que han sufrido afectaciones de salud por culpa del amianto. Es el balance de las primeras revisiones médicas hechas a los empleados de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) después de que la empresa detectara la sustancia cancerígena en 93 vagones y varias instalaciones del metro.
Los dos primeros casos han sido revelados por el sindicato CCOO, que ya lo ha comunicado al resto de organizaciones con representación al comité de empresa. Fuentes del sindicato aseguran que por ahora no denunciarán la empresa metropolitana pero que no descartan iniciar acciones legales más adelante, en función del balance final de las revisiones médicas, que todavía no han acabado.
Las mismas fuentes sindicales se muestran críticas con TMB. "Hemos pasado de sentir que no había amianto en ninguna parte a ver qué hay amianto en todas partes, incluso a los fusibles", espetan.
En este sentido, TMB ha mantenido siempre que la presencia de amianto en el metro no suponía ningún riesgo para la salud de los trabajadores.
Aún así, después de detectar las primeras muestras de amianto se activó un plan de reconocimientos médicos para 543 personas. Era la cifra de trabajadores que, según la empresa, había trabajado en los departamentos de Material Móvil, Señales y Comunicaciones, Tranvía Azul y Mantenimiento de Estaciones a lo largo de su vida laboral.
