El Instituto Catalán de Finanzas (ICF) tiene nuevo presidente: Albert Castellanos, secretario general de la vicepresidencia y del departamento de Economía y Hacienda. Es uno de los hombres fuertes de ERC y técnico de la máxima confianza de Oriol Junqueras y de Pere Aragonès (foto).
Con este nombramiento, publicado en el DOGC, se acaba la etapa de interinidad del ICF, desde que su anterior presidente, Josep Maria Jové, fue detenido el 20 de septiembre del año pasado por la organización del 1-O y dimitió de sus cargos. Durante este periodo ha ejercido la presidencia en funciones del ICF su consejero delegado, Josep Ramon Sanromà.
Esta entidad, fundada en 1985, funciona como el banco público de la Generalitat. Está especializado en la concesión de créditos y avales a las pymes y también participa en operaciones de capital riesgo. Tiene una plantilla de 94 personas.
Josep Ramon Sanromà, su consejero delegado, fue nombrado en 2011, al poco de la elección de Artur Mas como presidente de la Generalitat. Se le considera un hombre de la “vieja guardia pujolista”. Había trabajado en Banca Catalana y entre los años 1990 y 2005 fue el director general para España y Portugal del Deutsche Bank.
Ahora, ERC ha decidido retomar el control del ICF, considerado una “estructura de Estado” y el embrión de la futura banca pública de la Cataluña independiente. El nombramiento de Albert Castellanos garantiza que el vicepresidente Pere Aragonés tendrá un control directo sobre el funcionamiento de esta entidad crediticia, que, bajo la órbita convergente, siempre se había movido en un mar de opacidad y de sospechas de clientelismo político.