El ministro de Asuntos Extranjeros, Josep Borrell, vetó el lunes la presencia del presidente de la Generalitat, Quim Torra, al foro de la Unión por la Mediterránea (UpM), celebrado en Barcelona, para "no darle un escenario apropiado para que siguiera vilipendiando el buen nombre de España".
La Vanguardia ha tenido acceso al discurso que Torra tenía previsto pronunciar y que ahora ha hecho llegar a todos los dirigentes internacionales asistentes al acto.
En él, Torra valora inicialmente la región euromediterrània y muestra el compromiso de Cataluña de "seguir siendo un socio comprometido en las futuras relaciones euromediterráneas".
Dicho esto y después de remarcar la necesidad de afrontar la crisis humanitaria del Mediterráneo por los flujos migratorios, Torra entra en lo que temía Borrell, el conflicto catalán.
Después de hacer hincapié en la lucha vivida en Cataluña, Torra recuerda que "varios miembros del antiguo gobierno catalán y líderes sociales están en prisión preventiva o en el exilio enfrentando falsas acusaciones de violencia, rebelión y sedición". Por eso, el presidente catalán exigía "su liberación inmediata y su regreso" a Cataluña.
A continuación, Torra denunciaba igualmente "la oleada de represión" que sufren "activistas y artistas sociales" tanto en Cataluña comoen otras partes de España.
Y para finalizar su discurso, el presidente ponía la lupa en el referéndum del 1-O, una fecha en que se vio "la violencia de la policía enviada por el gobierno español a Cataluña". Pero también reafirmaba el compromiso del Gobierno catalán a "continuar esta lucha no violenta por la autodeterminación y cumplirla de acuerdo con la voluntad democrática de los ciudadanos catalanes".
