Albert Batet, Eduard Pujol y Josep Costa son la avanzadilla de Carles Puigdemont en el Parlamento de Cataluña. Si dentro del grupo de Junts per Catalunya hay unos cuantos fans del ex-presidente, estos tres personajes encarnan las esencias más legitimistas a favor de Puigdemont.
Mientras que Costa es el vicepresidente del Parlamento y marca de cerca todo lo que hace Roger Torrent, Batet y Pujol son los portavoces parlamentarios. Los tres implementan, con el visto bueno de Quim Torra, que nunca dice que no, las voluntades de Puigdemont. El último episodio vivido en el Parlamento ha sido la terquedad de cambiar "delegar" para "designar", tal como se había llegado a acordar con los socios de Esquerra Republicana, que así lo hicieron.
Pero Puigdemont considera que designar un sustituto como diputado para que vote en su nombre es reconocer su suspensión, decretada por el juez Pablo Llarena, así que los tres han forzado la máquina para mantener "delegar" en el escrito. Y como tanto los letrados como ERC no han quedado conformes, Batet, Costa y Pujol se han impuesto y han preferido perder los cuatro votos y, así, dejar a Torrent (¿la esperanza de ERC?) como un traidor.
En el Parlamento catalán, ERC teme este trío, del mismo modo que dentro del PDECat sienten escalofríos con sus decisiones. Además, los otros grupos parlamentarios tampoco confían en ellos, pues su palabra no es fiable. Pueden llegar a un acuerdo para romperlo minutos después con argumentos inverosímiles después de una videoconferencia con Waterloo.
