El comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Miquel Esquius, ha admitido que la movilización independentista que se convocó en el aniversario del 1-O "les superó en las expectativas", según avanza El País. En una reunión de la cúpula de la policía catalana con la presencia del director de la Policía, Andreu Joan Martínez, celebrada este miércoles con los sindicatos profesionales, el máximo responsable uniformado de los Mossos contradijo lo que había dicho el día antes el director de la Policía.
Andreu Joan Martínez había asegurado en una comparecencia este martes para dar explicaciones sobre los graves disturbios y las dificultades que habían tenido los Mossos para controlarlos que "hubo la capacidad de intervención necesaria" durante las horas de enfrentamientos entre independentistas y policías ante el Parlament. Los sindicatos policiales de los Mossos aprovecharon la reunión para criticar que se hubiera convocado a agentes sin formación en orden público para proteger el Parlamento catalán. Para los sindicatos, la imagen de agentes con cascos obsoletos, en mangas de camisa y zapatos de vestir fue "indignante".
Una de las críticas más duras por parte de los sindicatos policiales contra la cúpula política de Interior es la que hace referencia a las dificultades que tuvieron los agentes para recibir autorizaciones para cargar contra los manifestantes violentos. Denuncian que los agentes de la Jefatura Superior de la Policía en Barcelona tuvieron que pedir permiso hasta diez veces y los agentes del Parlament, lo pidieron hasta tres veces.
En este sentido, La Vanguardia explica que en contra del funcionamiento habitual en los últimos años en el que el anterior responsable uniformado de los Mossos, Josep Lluís Trapero, no permitía que los políticos estuvieran presentes en el Centro de Coordinación (CECOR), el pasado 1 de octubre la dirección del operativo se la adjudicó la cúpula política del departamento. Así, los máximos responsables del operativo policial del pasado lunes fueron el director general de Interior, Brauli Duart, y el director de la Policía, Andreu Joan Martínez, a quienes se unió ya avanzada la noche el mismo consejero de Interior, Miquel Buch.
También se apunta que en ningún momento el máximo responsable uniformado del cuerpo, Miquel Esquis, contradijo las órdenes de los responsables políticos que en todo momento quisieron evitar las imágenes de los Mossos dando una respuesta contundente a las movilizaciones independentistas. En este contexto, la máxima expresada por Brauli Duart durante el operativo fue "hoy toca aguantar", no accediendo a las peticiones que le llegaban de Barcelona y Girona para lanzar salvas y recuperar posiciones, desalojar o cargar. De hecho, Duart fue el encargado de ordenar que no se practicaran detenciones, y que los violentos que habían sido identificados ya serían detenidos más adelante. Tanto es así, que a los responsables policiales de Girona se los dio la orden de poner en libertad al menor que agredió con un palo a un agente de la Brigada Móvil (Brimo).
Por todo ello, hay un clamor unánime de los sindicatos profesionales de los Mossos para pedir responsabilidades y dimisiones en la cúpula política del departamento de Miquel Buch por lo que consideran una gestión lamentable en la dirección del cuerpo de la policía de Cataluña.
