Nuevo incidente diplomático entre España y Bélgica. El gobierno español ha convocado al embajador belga en Madrid, Marc Calcoen, y le ha entregado una carta de protesta para expresarle su malestar.
El detonante del incidente fue una carta que el presidente del Parlamento de Flandes, el nacionalista Jan Peumans, hizo llegar hace dos semanas a la expresidenta del Parlamento catalán Carme Forcadell, en la prisión.
En el texto aseguraba, entre otras cosas, que "el gobierno de España ya no puede cumplir las condiciones para ser parte de una Unión Europea democrática".
Peumans decía también que "las cosas han ido a peor para la democracia en Cataluña" y afirmaba que "la violencia usada durante las elecciones fue la expresión más atroz de la política antidemocrática".
El ministro de Exteriores español, Josep Borrell, ha confirmado que el jueves de la semana pasada, 20 de septiembre, convocó al embajador belga, y que el mismo día hubo una reunión similar en Bruselas solicitada por España.
En el contacto con Exteriores, según la agencia Europa Press, el embajador belga habría trasladado a las autoridades españolas que "la política exterior de Bélgica la decide el gobierno federal y no el señor Peumans".
Peumans pertenece al partido Nueva Alianza Flamenca, una formación independentista con ministros en el gobierno de Flandes y en el belga. El presidente del Parlamento flamenco ha mostrado en varias ocasiones su apoyo a los presos independentistas catalanes.
