Esquerra marca distancia con el presidente Quim Torra y la polémica creada entre este y el gobierno español después de que el primero nombrara consejeros presos y huidos de la justicia española.
Los republicanos defienden que no es su batalla, a pesar de que uno de los suyos, el ex consejero de Sanidad huido a Bruselas, Toni Comín, ha aceptado repetir en el cargo.
Insisten que su idea ha sido formar un Gobierno efectivo en Cataluña desde el minuto uno. Unas posiciones que contrastan con el silencio que oficialmente impera a las filas de la segunda formación independentista.
Junts per Catalunya se afanó ayer a decir que veía un delito de prevaricación en el hecho que el PP, PSOE y Ciutadans pactaran impedir la publicación en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC) de los nombramientos de los consejeros, paso indispensable para la toma de posesión y el levantamiento del artículo 155 de la Constitución.
Críticas por la falta de paridad
Por otro lado, el diputado de ERC Ruben Wagensberg ha cargado este sábado contra la falta de paridad de género del nuevo Gobierno de Quim Torra, al considerar que «no hay excusa posible para explicar» que únicamente haya tres consejeras, ante 11 consejeros, unas críticas que también han hecho la CUP y el PSC.
No obstante, el presidente del Parlamento, Roger Torrent, ha sido el único republicano que le ha echado un cable al presidente Quim Torra, afirmando que «se puede estar de acuerdo o no con la composición del Gobierno o ser muy crítico con la carencia de paridad, pero sólo corresponde al Presidente Quim Torra nombrar las consejeras y consejeros. Basta de injerencias».
