En todo el Estado se celebran hoy sábado un centenar de concentraciones para denunciar la pérdida del poder adquisitivo que están sufriendo los jubilados. Hace semanas que los pensionistas hacen frente al gobierno español. Una de las fechas clave fue la del 22 de febrero, un día en que millones de pensionistas hicieron sentir su indignación.
Una imagen muy potente la de miles y miles de pensionistas a las puertas del Congreso, en Madrid. Fue el día, probablemente, en que Mariano Rajoy se dio cuenta que tenía un problema gordo.
Hoy se ha vuelto a poner de manifiesto con un centenar de concentraciones en todo el Estado. En Madrid, han convocado dos, una por la mañana y una por la tarde, mientras que en Barcelona la marcha se celebra esta mañana y transcurre desde Urquinaona hasta la calle Mallorca, donde hay la delegación del gobierno español.
Según los últimos datos del Ministerio de Hacienda, uno de cada tres pensionistas en Cataluña vive por debajo del umbral de la pobreza. Marea Pensionista reclama recuperar el poder adquisitivo que perdieron con la reforma del 2010. Esto implica recuperar casi el 2 por ciento, y garantizar que a partir de ahora las pensiones se incrementarán según el IPC.
El gobierno español ha aprobado la subida mínima de las pensiones, el mínimo marcado por la ley, un 0,25 por ciento, a pesar de que la inflación está por encima del 1 por ciento y que la economía crece a tasas del 3.
Cinco protestas en Barcelona
Sólo este sábado, en Barcelona, hay convocadas cinco protestas: contra la ley mordaza, contra el fascismo, contra las barreras arquitectónicas, en defensa de la escuela en catalán… Pero la más significativa, seguramente, la que centra más miradas, es la de los pensionistas.
