Igualada se subleva contra el nuevo Esclat

La apertura de una gran superficie comercial del grupo Bon Preu en Igualada no gusta al comercio, que cree que la ciudad está saturada
Marc Castells, alcalde d'Igualada
Marc Castells, alcalde d'Igualada

El alcalde de Igualalda, Marc Castells -hombre fuerte del PDeCat-, le ganó la alcaldía al socialista Jordi Aymamí en las elecciones de 2011 prometiendo captar empresas para salvar una ciudad castigada por la crisis y el paro. Con el paso del tiempo, aquellas empresas se han convertido en grandes superficies comerciales, y poco más. El anuncio de un Esclat, del grupo Bon Preu, puede ser la gota que hará derramar el vaso de la paciencia del pequeño comercio igualadino. De momento, Castells tiene en contra toda la oposición igualadina. No obstante, dispone de mayoría absoluta. Las asociaciones comerciales de la ciudad tampoco ven la apertura con buenos ojos. Al paso que va, Igualada va camino de convertirse en la capital de las superficies comerciales.

El Grupo Bon Preu prevé invertir 13 millones de euros en la apertura de un supermercado Esclat en la antigua fábrica textil Vives Vidal de Igualada, un importante edificio emblemático de la ciudad que formó parte de la historia de la industria textil. La intención de la compañía es conservar parte del edificio y realizar obras de mejora en la movilidad y urbanización del entorno en la zona. El nuevo Esclat tendrá una sala de ventas de unos 3.900 metros cuadrados y dispondrá de aproximadamente 400 plazas de aparcamiento. El edificio dispone de tres plantas y un sótano: en una de estas plantas se ubicará el supermercado y otra planta de 1.600 metros cuadrados se cederá en el Ayuntamiento de Igualada para que la destine a equipamientos.

El gobierno de Castells se ha quedado solo aprobando la modificación puntual del planeamiento urbanístico que transforma los usos industriales de la antigua fábrica para facilitar la instalación de la nueva superficie. El PP se ha abstenido y ERC, Socialistas de Igualada, CUP y Decidim Igualada han votado en contra. La saturación de superficies comerciales, la afectación que puede tener en el pequeño comercio, y la posible destrucción de puestos de trabajo en el mismo sector han sido algunos de los argumentos opositores.

Desde ERC, Enric Conill ha cuestionado el interés público de la modificación urbanística y ha señalado que las mejoras en la vialidad de la zona «dan respuesta al problema que el mismo equipamiento generará» y, además, «se pierden plazas de aparcamiento». El regidor cree que la implantación de la nueva superficie comercial «consolida la función que tenemos de ciudad dormitorio». Conill también ha reivindicado que decisiones como esta «hay que consensuarlas con los actores afectados».

El portavoz socialista, Jordi Riba, ha señalado que esta es la tercera modificación puntual del planeamiento urbanístico que tiene como finalidad la implantación de una gran superficie. Antes de Bon Preu, Mercadona y ALDI requirieron esta herramienta urbanística para su instalación.

Para la CUP , este es «un nuevo episodio de urbanismo a la carta» y «una modificación del todo servicial», en palabras del portavoz Albert Mateu. El regidor cree que «a medio plazo veremos peligrar puestos de trabajo en otros establecimientos». Darío Castañé (Decidim Igualada) ha lamentado que se hagan «operaciones a medida sin necesidad» que «hipotecan el futuro de la ciudad».

En cuanto al gobierno, el teniente de alcalde de Calidad Urbana, Jordi Pont, ha defendido el interés público de la modificación y ha señalado que Igualada se situará en la media catalana en superficie comercial en ciudades de su medida con las aperturas de Esclat y de Consum, que se proyecta construir en la céntrica plaza de Cal Font.

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