La coordinadora general del PDECat, Marta Pascal, ha denunciado el parecido de las afirmaciones hechas por parte del diputado de ERC en el Congreso, Jordi Tardà, con las que hizo el delegado del gobierno central en Cataluña, Enric Millo, en relación a los problemas vinculados a la investidura de Carles Puigdemont.
En una entrevista a La Vanguardia, Tardà apuntaba la posibilidad de que Puigdemont no acabara optando a la investidura como presidente de la Generalitat y que fuera sustituido por otro candidato por el bien de una causa mayor. Y Enric Millo, en declaraciones a RAC 1, dijo que «todo un pueblo no se puede sacrificar por un hombre«.
La dirigente del PDECat ha agradecido pero, en declaraciones a TV3, las matizaciones que ha hecho el dirigente republicano, Sergi Sabrià, de las declaraciones de su compañero de filas cuando ha dicho que Puigdemont «tiene que ser el candidato de Junts per Catalunya, ERC y el de la CUP, y el de todos los demócratas».
Por su parte, el diputado de ERC al Congreso, Gabriel Rufián, ha puesto más leña al fuego cuando ha afirmado que a pesar de defender la candidatura de Puigdemont, «no hay nadie imprescindible» en el proceso independentista.
Otro frente abierto entre exconvergentes y republicanos es la futura composición del gobierno catalán. Desde el PDECat se quiere suprimir la consejería de Exteriores, que había dirigido en la anterior legislatura el consejero de ERC, Raül Romeva, para crear dos de nuevas. Una propuesta que no comparten desde las filas republicanas.
Por otro lado, Marta Pascal también ha dejado en evidencia al líder parlamentario de la CUP, Carles Riera, cuando dijo que se había llegado a un acuerdo con Junts per Catalunya para la investidura de Puigdemont que contemplaba, entre otros extremos la creación de una asamblea constituyente de la nueva república catalana.
Pascal ha dicho que del acuerdo llegado con la CUP no se puede afirmar «ni que sea firme ni que sea sólido», declaraciones que han enfurecido la CUP que en voz de su diputada, Natalia Sánchez, ha dicho que «las declaraciones que hace hoy Marta Pascal no ayudan a hacer que la CUP apoye a la candidatura de Puigdemont».
Los anticapitalistas habían exigido también que para apoyar al candidato de JxCat, la Generalitat deje de pagar a escuelas que segregan los alumnos por sexos, un extremo que según Pascal «se está hablando», afirmando que su formación prefiere que los padres lleven a los hijos a las escuelas que quieran.
Los cuperos piden también suspender el pago de la deuda pública y hacer un «plan de choque» social, propuestas a las cuales Pascal ha quitado importancia provocando que Sánchez haya afirmado que «no participaremos de un marco autonomista» cara un futuro gobierno de la Generalitat.
