Durante los días más tensos del proceso, algunas miradas se fijaron en las banderas del Palau de la Generalitat, entre las que se ha mantenido la de España. Significativamente, no fue retirada después de las controvertidas sesiones parlamentarias del 10 y el 27 de octubre, durante las cuales muchos mantienen que se declaró la independencia unilateralmente y se proclamó la República catalana.
En la primera de estas fechas, el entonces presidente Carles Puigdemont reclamó suspender los efectos de una declaración de independencia no efectuada. En la segunda, se votaron dos propuestas de resolución que instaban al gobierno de Puigdemont a llevar adelante la ley de transitoriedad y el proceso constituyente (sólo se declaraba la independencia en el preámbulo, que no es objeto de votación), pero al día siguiente el gobierno catalán fue destituido por el gobierno español mediante el artículo 155 de la Constitución.
La desaparición de la bandera española del palacio de la plaza de Sant Jaume que no tuvo lugar entonces se ha producido, virtualmente, en la foto del perfil de Twitter del «gobierno legítimo de Cataluña», como Puigdemont se refiere al que presidió durante la anterior legislatura aunque ninguno de sus integrantes asume acciones de gobierno desde hace más de dos meses.
La imagen del palacio sin la rojigualda aparece también en la flamante web del «gobierno de la República catalana», que acaba de difundir Puigdemont vía Twitter y en la que, de momento, no hay demasiados contenidos, al margen de una selección de noticias y de direcciones de correo electrónico.
