El Gobierno central ha despedido a 33 trabajadores públicos de las delegaciones de la Generalitat al exterior, según fuentes del Ministerio de Exteriores, después de intervenir la autonomía catalana en virtud de la aplicación del artículo 155.
El personal de las delegaciones de París, Londres, Berlín, Lisboa, Viena, Washington, Copenhague y Roma perderá el trabajo, a pesar de que en la mayoría de los casos tenían contratos indefinidos, de carácter local, y habían participado en un concurso público para acceder a sus plazas.
Aunque no eran funcionarios, eran trabajadores públicos y son por ahora los únicos sin rango directivo despedidos por el 155. El Ministerio de Exteriores autorizó estas personas el 9 de noviembre a reincorporarse a sus respectivos puestos de trabajo para hacer «gestión interna y administrativa», pero en ningún caso «actas institucionales», puesto que las delegaciones se consideraban «cerradas».
El departamento de Exteriores de la Generalitat les hizo llegar que querían «explorar» la posibilidad de trasladarlos a otros organismos públicos dentro de su ámbito geográfico, y les pidió sus preferencias, aunque finalmente esto no se ha llevado a cabo y se ha procedido a su despido.
