El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha comparecido esta noche para valorar la aplicación del artículo 155 de la Constitución, anunciada este mediodía por el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy. Una intervención de la Generalitat que puede significar el cese del mismo presidente Puigdemont, y de todo su equipo de Gobierno; también afectará la autonomía del Parlamento, que pasará a ser controlado por el Senado, y que prevé la convocatoria de elecciones antes de seis meses.
Puigdemont ha manifestado su más enérgica oposición al anuncio de Rajoy, que cree «incompatible con el estado de derecho». Como respuesta, el presidente catalán pide la convocatoria de un pleno «para debatir el intento de liquidar nuestra democracia». En función del resultado del pleno, dice el presidente, «el Parlamento actuará en consecuencia».
En el intercambio epistolar entre Puigdemont y Rajoy de los últimos días, el primero ya anunció que respondería a la aplicación del 155 con el alzamiento de la suspensión de la declaración de independencia, que es lo que puede pasar en este pleno que el presidente pide y que se celebrará la próxima semana, probablemente el viernes o antes.
Para Puigdemont, la aplicación del 155 «es un portazo al diálogo» y «el peor ataque a las instituciones catalanas desde Franco», ha sentenciado el presidente catalán.
