El consejero de la Presidencia y portavoz del gobierno de la Generalitat, Jordi Turull, ha anunciado este martes que el ejecutivo catalán «no se moverá de lo mismo que dijo» en relación al primer plazo establecido por el gobierno español para que el presidente Carles Puigdemont respondiera al requerimiento sobre si había declarado la independencia.
Turull ha dicho que la posición del gobierno catalán sobre el segundo plazo, que concluye este jueves, consistirá en mantener el mismo planteamiento de diálogo anteriormente trasladado. En este sentido, ha expresado que «a partir del viernes», sabrán si el Estado «sigue con la represión» o «quiere hablar».
Turull considera que el gobierno de Mariano Rajoy «nos lo sitúa en los siguientes términos: o rendición o tirar hacia adelante», y que la rendición no es una opción, puesto que «el compromiso es absoluto». El portavoz ha descrito los encarcelamientos de los presidentes de Òmnium Cultural y la ANC, que considera «presos políticos», como «un nuevo episodio de vergüenza democrática» contra «dos personas inocentes» por parte de «un tribunal incompetente» que los ha encarcelado por un «delito inexistente».
Asimismo, ha reprochado al Estado «un acoso a las empresas catalanas haciendo normativas a medida para que salgan de Cataluña» y, así, debilitar la economía de Cataluña. También ha alabado a los Mossos d’Esquadra: en referencia a la imputación y las medidas cautelares impuestas al mayor de este cuerpo policial, Josep Lluís Trapero, ha dicho que el Estado ha hecho un «intento de desprestigio y humillación» contra «un cuerpo que deslumbró a Europa» en su actuación sobre los atentados del pasado mes de agosto.
El consejero de Exteriores, Raül Romeva, ha atribuido al gobierno español, en la misma comparecencia de prensa, «al menos ocho violaciones de carácter legal» durante sus actuaciones de las últimas semanas contra el proceso independentista.
