El consejo de administración de CaixaBank ha decidido este viernes en una sesión extraordinaria trasladar su sede de Barcelona a Valencia. La entidad más grande de Cataluña seguirá así los pasos del Sabadell, que este jueves ha aprobado un traslado de su sede social a Alicante, y a otros bancos menores como Mediolanum o Arquia.
La entidad maniobra para garantizar su permanencia bajo el paraguas del Banco Central Europeo y manteniendo abiertas sus líneas de liquidez. El traslado de la sede no comporta cambios en su operativo ni afecta su sede en Barcelona, tampoco a sus empleados. CaixaBank cuenta con alrededor del 25% del negocio global en Cataluña.
El banco se ha beneficiado del decreto expreso que aprobó este viernes el Gobierno con el cual facilita la salida de empresas de Cataluña. Hasta ahora, CaixaBank requería el visto bueno de sus inversores en una junta de accionistas para sacar adelante cualquier cambio de sede. Con el cambio normativo sólo hace falta que lo apruebe el consejo de administración.
