La jornada de este miércoles, 6 de septiembre, en el Parlamento de Cataluña, en la que Junts pel Sí y la CUP han solicitado la alteración del orden del día del Pleno para introducir el debate y la votación de la ley del Referéndum está aumentando la tensión entre las formaciones independentistas y la oposición.
Durante la sesión de control al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que se ha llevado a cabo esta tarde en el Parlament, el presidente ha afirmado que la respuesta de este miércoles del gobierno español, que ha solicitado un incidente de ejecución de sentencia ante el Tribunal Constitucional para paralizar inmediatamente las decisiones adoptadas en la cámara catalana, son una «amenaza» y un «insulto» a los catalanes. Puigdemont ha definido el Estado español como un régimen «de amenazocracia« ante la democracia que representa el Gobierno catalán.
En respuesta a la intervención de la líder de Ciutadans (C’s), Inés Arrimadas, en la que ha interpelado al presidente sobre «el aumento de la tensión social en Cataluña», Puigdemont ha dicho que «si quiere ver lo que es una amenaza, rebobine la rueda de prensa de la vicepresidenta española. Si quiere ver qué es un régimen de amenaza, mire qué hacen sus socios en Madrid». «A mí no me gusta que señalen políticos, porque a mí también me han señalado. Y cuando le pasa a alguien que no piensa como yo, tampoco me gusta», ha añadido el presidente de la Generalitat.
Por otro lado, Puigdemont ha acusado al PP de no querer un «debate parlamentario sobre el derecho de los catalanes a votar«. «Se perderán hablando de reglamentos, de funcionarios, pero lo que verdaderamente es importante son los ciudadanos. Y los ciudadanos reclaman, no a consecuencia de una fiebre o una manipulación, respecto a los derechos democráticos fundamentales. Me atrevería a decir más: a los derechos humanos. Cataluña es una nación, y ha buscado ser reconocida en el pacto constitucional» ha asegurado Carles Puigdemont.
