La diputada de la CUP en el Parlamento de Cataluña para la circunscripción de Lleida, Mireia Boya, no ha declarado como patrimonio un hotel rural, valorado en 250.000 euros, del municipio de Les, en la Vall d’Aran. Una antigua cuadra de la cual la parlamentaria es propietaria junto con su hermano Jusèp. Se les fue dada en 2005 por su madre, Maria Pilar Busquets, que murió el año pasado.
Busquets fue diputada para Convergència i Unió, durante dos legislaturas entre 1984 y 1992, para la cámara legislativa catalana. Su hijo, Jusèp Boya, es un alto cargo de confianza del presidente Puigdemont. Fue director del Museo de Historia de Cataluña y desde principios de este año ocupa la dirección general de Archivos, Bibliotecas, Museos y Patrimonio de la Generalitat.
Según la declaración de bienes presentada al Parlamento en el 2005, el único inmueble que tiene Mireia Boya es el 50% de una finca urbana valorada en 8.199,24 euros. Una información publicada por OK Diario lo desmiente, asegurando que la finca urbana en realidad es un hotel rural de 170 metros cuadrados, distribuidos en tres plantas, que cuenta con un huerto anexo. La diputada explotaría con su hermano el establecimiento a través de la comunidad de bienes Borda Guilhamuc C.B.
El hotel aparece hasta ahora en el Registro de la Propiedad como si fuera «una cuadra«. En 2005 los hermanos realizaron una importante inversión económica para convertirlo en un alojamiento turístico con capacidad para seis personas. El precio del alquiler es de 1.150 euros por semana en temporada alta y 850 euros en temporada baja. Dispone de una página web donde se ofrece todo tipo de información sobre sus servicios.
Actualmente Mireia Boya forma parte de la comisión de investigación sobre la llamada ‘Operación Cataluña’ y anteriormente presentó varias iniciativas sobre memoria histórica y reparación jurídica de las víctimas del franquismo.
