A Mediapro y al conglomerado de sociedades que controlan los empresarios Jaume Roures y Tatxo Benet. El pasado mes de junio, esta compañía catalana ganó la subasta organizada por la UEFA para la venta de los derechos audiovisuales de la Champions League y de la Europa League para el territorio español durante el periodo 2018-21, en la cual comprometió un pago récord de 1.100 millones de euros. Como es obvio, si Cataluña proclamara su independencia el próximo mes de octubre, tal como propugna el presidente Carles Puigdemont, el plan de negocio de Mediapro para rentabilizar esta inversión de 1.100 millones de euros resultaría inviable, puesto que está proyectado sobre el conjunto del territorio español, Cataluña incluida.
Además, en 2015, Mediapro también adquirió la mayor parte de los derechos de emisión de la Liga española de fútbol hasta el año 2019, por los que firmó el pago de 1.900 millones de euros. La hipotética secesión de Cataluña –que representa, aproximadamente, el 20% del mercado español- comportaría la exclusión de los tres equipos catalanes de primera división y, en especial, por lo que concierne al Barça, esto repercutiría de manera muy negativa en la explotación de estos derechos adquiridos por Mediapro.
Desde hace meses, el grupo liderado por Jaume Roures y Tatxo Benet ha abierto negociaciones para su venta y se ha filtrado el interés de una empresa china para quedarse con la mayoría accionarial.
