Mañana 4 de julio, el Gobierno catalán dará a conocer en el Teatro Nacional de Cataluña los detalles de la Ley del referéndum de autodeterminación, nombre que Junts pel Sí y la CUP han puesto al texto que tendría que regular la consulta independentista prevista para el 1 de octubre, y que hoy Catalunya Ràdio avanza el preámbulo y los tres primeros artículos.
El preámbulo de esta ley invoca la legislación internacional para defender el texto. En concreto cita resoluciones del Tribunal de la Haya y los pactos aprobados por las Naciones Unidas que reconocen que el derecho de los pueblos a la autodeterminación es el primero de los derechos humanos.
En el redactado se recuerda que estos pactos de 1966 fueron ratificados en 1977 por el Reino de España y que desde entonces forman parte de su ordenamiento interno.
La futura ley contempla que su aprobación es un acto de soberanía y la opción necesaria para que los catalanes puedan decidir su futuro después de la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatuto en 2010, entendiéndose como una ruptura del pacto constitucional de 1978.
El artículo 1 de la ley regula la celebración del referéndum, sus consecuencias en función de cual sea el resultado y la creación de la Sindicatura Electoral de Cataluña.
Se prevé que esta sindicatura esté formada por juristas nombrados por el Parlamento de Cataluña para sustituir la Junta Electoral, y también se habilitará una comisión de verificación internacional, formada por juristas y politólogos de todo el mundo.
El artículo 2 determina que el pueblo de Cataluña es un sujeto político soberano, con derecho a decidir su condición política.
El artículo 3 dice que esta ley prevalece sobre todas aquellas normas que puedan entrar en conflicto, y que también ampara todas a las autoridades, personas y empresas que participen directamente o indirectamente en el referéndum y en su aplicación.
Se prevé que el Parlamento catalán apruebe dos leyes, la del referéndum y la de transitoriedad jurídica. Esta última tendría que regular el escenario político en Cataluña en caso de que ganara el sí a la independencia. En caso de ganar el no, se convocarían elecciones autonómicas inmediatamente.
