La línea de autobús que desplaza cada día desde hace 65 años a centenares de trabajadores fronterizos desde la Seu d’Urgell hasta el Principado de Andorra, la Hispano Andorrana, ha dejado de prestar servicio más allá del punto de la nueva estación nacional, ubicada en una zona que está alejada del centro comercial.
Según informa el Diari d’Andorra, la decisión de no subir hasta la parroquia de Escaldes-Engordany la ha tomado la propia empresa después de que el Gobierno la obligara a hacer una parada en la estación central, ya que todas las líneas que hacen un trayecto internacional deben efectuarla. La normativa ha comportado que la Hispano Andorra haya decidido suprimir el servicio más allá y, por lo tanto, no sube hasta la parroquia de Escaldes-Engordany al no poder garantizar las frecuencias de paso fijadas. El bus realiza viajes cada hora, ida y vuelta de la Seu a Andorra, desde las 6.45 horas hasta las 21.00 horas.
La medida perjudica gravemente a un gran número de fronterizos que usan este medio de transporte público para ir a trabajar en el Principado. Han expresado, de hecho, numerosas quejas por no poder llegar a Caldea, como hasta ahora. La mayoría de los usuarios se desplazan hasta el centro comercial o van más allá. Eso significa que los trabajadores tienen que ir a pie hasta sus lugares de trabajo o pagar otro billete de un autobús de línea urbana con la consiguiente pérdida de tiempo y de dinero.
El equipo de gobierno de la Seu d’Urgell, encabezado por el alcalde Albert Batalla, que cuenta específicamente con una concejalía de fronterizos, de momento no se ha pronunciado públicamente sobre las quejas de los usuarios ni tampoco ha explicado si piensa trasladar la problemática al Ejecutivo andorrano.
