Cinco miembros de la antigua cúpula de Novacaixagalicia son los primeros directivos de cajas de ahorros cuya gestión les ha llevado a la cárcel. Los ex directivos Gregorio Gorriarán, José Luis Pego y Óscar Rodríguez Estrada, el ex presidente Julio Fernández Gayoso y el asesor jurídico Ricardo Pradas han dormido en un centro penitenciario después que la Audiencia Nacional decidiera rechazar la suspensión de condena que habían pedido.
Aunque se suele evitar el ingreso en prisión de condenados a dos años si no tienen antecedentes penales, como es el caso, la decisión de privarlos de libertad se basa en la gravedad de los hechos -se inyectaron 9.000 millones de dinero público para rescatar la entidad- y en la sentencia del Supremo, que consideró desproporcionadamente benévola la pena impuesta.
Todos ellos fueron condenados por delitos de administración desleal y de apropiación indebida en la modalidad de gestión desleal por haberse concedido prejubilaciones millonarias antes de abandonar la cúpula de la entidad. Según el Supremo, estos banqueros llevaron a cabo actos con finalidad de lucro privado y no simples excesos o abusos en el ejercicio de sus competencias. La sentencia señala que fueron más allá de la comisión de actos de deslealtad en la administración del patrimonio y que emplearon «un mecanismo expropiatorio».
