La CUP ha amenazado al Gobierno catalán que la aprobación de BCN World puede poner en peligro su voto afirmativo a los presupuestos de la Generalitat de 2017. En un comunicado, los cuperos advierten que «en la negociación del presupuesto, este será un elemento más que tendrán las asambleas de la CUP para valorar globalmente el apoyo o no a las cuentas del gobierno».
Para la CUP, el hecho que el proyecto se apruebe en medio de las fiestas de Navidad demuestra la «vieja práctica» de la consejería de Territorio y Sostenibilidad, y consideran que es un ejemplo de «poca sensibilidad», además de una «falta de respeto a la ciudadanía». Los anticapitalistas consideran que el actual plan urbanístico de BCN World evidencia que el proyecto está en un claro «retroceso», y que lo que se quiere hacer es revalorar los terrenos a urbanizar, que son propiedad de CaixaBank.
El proyecto urbanístico de BCN World, que contempla el centro Recreativo Turístico de Vila-seca i Salou, pasa este jueves el último trámite, que es la aprobación por parte de la Comisión de Política Territorial y Urbanismo de Cataluña. Una vez hecho este paso lo podrá firmar definitivamente el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull.
Las obras podrían empezar el próximo verano, a pesar de que previamente y desde el momento de su aprobación los tres grupos que optan al concurso de adjudicación de casinos tienen noventa días para presentar cada una de sus propuestas, se trata de Hard Rock, Melco y Grupo Perelada. También hay la posibilidad que se hagan fusiones entre estos grupos para encarar el proyecto.
Entre la urbanización y la edificación se prevé que las obras duren unos cuatro años. Desde la Generalitat hay la previsión que la inversión privada para el proyecto ascienda a los 2.500 millones de euros, y también se prevé que una vez acabado BCN World pueda dar trabajo a unas 10.000 personas.
El proyecto actual de BCN World es claramente más pequeño que el que se planteó en un principio. El proyecto nunca ha tenido el beneplácito de ERC. De hecho, los republicanos obligaron al PDECat a reducir de manera significativa el proyecto original. El mismo vicepresidente del Gobierno, el republicano Oriol Junqueras, decía este verano que el BCN World está muerto y enterrado.
Finalmente, el proyecto contempla dos casinos, el espacio destinado al juego será de 30.000 metros cuadrados. La urbanización total será de 750.000 metros cuadrados de los cuales 480.000 metros cuadrados estarán destinados a hoteles, con una altura máxima de setenta y cinco metros para todas las edificaciones. Sí que se mantienen del proyecto original las zonas de vivienda, uso comercial y ocio, con un teatro y una palacio de congresos.
Desde la plataforma Paremos BCN World se ha anunciado que llevarán el proyecto urbanístico ante la justicia. Consideran que el proyecto no es viable y que en caso de quiebra no se han estudiado medidas para evitar un rescate público.
