¿Qué empresario está descontento con ERC?

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Salvador Alemany, presidente de la compañía de infraestructuras Abertis, afronta una etapa clave para su empresa: el próximo vencimiento de las concesiones de las autopistas de peaje Tarragona-Alicante (año 2019), La Jonquera-Barcelona, Barcelona-Tarragona, Tarragona-Zaragoza y Montgat-Palafolls (2021) amenaza la línea de flotación de Abertis, que, a pesar de su diversificación internacional, obtiene en Cataluña la principal parte de sus ingresos. El futuro de estas vías de peaje será, sin duda, uno de los grandes temas de debate en Cataluña en los próximos años.

Esquerra Republicana (ERC) se ha posicionado, de manera contundente, contra la posible prolongación de las concesiones y exige su reversión a la titularidad pública: el Estado, en los casos de la AP7 y la AP2; y la Generalitat, en el de la C-32. Este próximo día 13 se vota en el Congreso de los Diputados una moción presentada por el grupo parlamentario independentista donde se insta, precisamente, al Gobierno central a no renovar las concesiones de la AP7 (La Jonquera-Barcelona-Tarragona-Alicante) y de la AP2 (Tarragona-Zaragoza).

En esta espinosa cuestión, hay una curiosa «pinza» que une PP y ERC contra la continuidad de las concesiones una vez lleguen a su vencimiento. La anterior ministra de Fomento, Ana Pastor -actual presidenta del Congreso de los Diputados- ya se posicionó claramente en este tema y su sucesor en el cargo, Íñigo de Serna, en respuesta a una pregunta formulada por ERC, se ha ratificado en la decisión de recuperar las autopistas de peaje.

Salvador Alemany, fue uno de los grandes puntales empresariales del ex-presidente Artur Mas y ocupó la presidencia de su Consejo Asesor para la Reactivación Económica y el Crecimiento (CAREC). El año 2012, gracias al «Gobierno de los mejores«, Abertis fue la gran beneficiaria de la privatización de los túneles del Tibidabo y del Cadí. La buena sintonía con la antigua CDC ha permitido su reciente designación como nuevo presidente del Patronato del Liceo a instancias del consejero de Cultura, Santi Vila, con quien negoció y obtuvo la prolongación de la autopista C-32 entre Blanes y Lloret cuando ocupaba la cartera de Territorio y Sostenibilidad.

Ahora, parece que Salvador Alemany lo tiene más peludo para doblegar la férrea alianza PP-ERC y conseguir la prolongación de las concesiones de las autopistas de titularidad estatal. Atención: vienen curvas y baches.

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