La etiqueta de Twitter empleada en el último llamamiento al boicot contra la principal marca de refrescos, #CocaColaRompeEspaña, ha aglutinado y excitado a usuarios contrarios a la independencia de Cataluña. Nada que ver con el reciente impulso de un impuesto catalán sobre las bebidas azucaradas, sino con que Sol Daurella, presidenta de Coca-Cola European Partners y mujer más rica de Cataluña, es uno de los 39 nuevos embajadores de la Generalitat.
En concreto, Daurella forma parte de la lista de miembros del Consejo de la Diplomacia de Cataluña (Diplocat) elegidos, oficialmente, para «proyectar Cataluña al mundo» ejerciendo tareas consultivas.
La etiqueta #CocaColaRompeEspaña, que ha llegado a ser trending topic español, la ha empleado uno de los impulsores de Sociedad Civil Catalana, Juan Arza, que considera que «la cobardía y la complacencia de algunos empresarios con el nacionalismo explica muchas cosas». Para el exdiputado de Ciudadanos Jordi Cañas, «parece que a Coca-Cola no le importa despreciar y humillar a sus consumidores».
Otros usuarios señalan que Daurella «entrega Coca-Cola al separatismo», que la multinacional permite al independentismo utilizar su marca o vende la secesión catalana, y que consumir sus productos financia el independentismo.
