La relación entre el ex-presidente Artur Mas y el actual vicepresidente, Oriol Junqueras, nunca fue idílica, pero tampoco fue catastrófica. De hecho, los dos mantenían una amigable relación política durante el mandato convergente. Ahora, pero, el líder de Esquerra Republicana no quiere que se relacione su trabajo en el Gobierno con la anterior etapa del ejecutivo.
Esto, que corre entre la gente cercana al vicepresidente desde el día que tomó posesión del cargo, ha tenido en los últimos días su evidencia más pública. Junqueras ha ido manteniendo reuniones en su departamento para explicar el presupuesto a diferentes agentes sociales y económicos de Cataluña. Al finalizar cada una de las reuniones, el secretario de Economía, Pere Aragonés, era el encargado de hacer la comparecencia de prensa oportuna.
El lugar escogido para poner a la prensa era una pequeña sala situada en el segundo piso del departamento, donde casualmente se lucen algunos de los retratos de los antiguos consejeros de Economía. Al darse cuenta que el de Artur Mas podía aparecer en el fondo de las imágenes de televisión mientras Aragonés hablaba, los responsables de Economía obligaron a la prensa a moverse para que el ángulo de las cámaras impidiera que Mas se colara en la imagen. Parece que molesta.
