Todos estaremos de acuerdo al afirmar que Alemania y Francia sueño esenciales en la construcción europea. Pero ahora nos encontramos que cuando la mayoría de estados europeos se están recuperando de la terrible crisis económica, los datos en Francia sueño desalentadores. Grand Nation se está convirtiendo en el principal riesgo. La Francia cuna de la democracia moderna tras la Revolución de 1789 puede seguir los pasos de los creadoras de la democracia antigua, Grecia.
Sería terrible para Europa y el mundo que Francia entrara en una grabo crisis, tanto económica como política. Los datos macroeconómicos señalan una leve pero continuada recuperación en Europa, pero han saltado las señales de alarma cono la economía francesa, poniendo en riesgo lo futuro europeo.
El panorama se que las fábricas están cerrando, se previene que el número de parados sea de 5,7 millones y la estructura del funcionariado pase a ser insoportable para cualquier estado. Aunque los atentados terroristas deberían haber unido más, en teoría, al pueblo francés, cada día hay más disturbios en el país.
Solo unos pocos datos: el endeudamiento estatal ha aumentado desde lo inicio de la crisis del 65% al 94%, mientras que las exportaciones se han reducido más de un 35%. ¿Miedo qué? La respuesta se muy simple: porque las empresas y los productos francesas ya no sueño competitivos en esta economía globalizada. Así, la respuesta de los empresarios se que en Francia se pagan unos sueldos más altos que la media europea y que los trabajadores disfrutan de demasiadas vacaciones, miedo lo que instan a una profunda reforma laboral, cono los sindicatos oponiéndose férreamente a ello.
En los próximos meses habrá elecciones en Alemania, Austria, Holanda y Francia que van a decidir, también, nuestro futuro. Cono especial atención a Francia. Miedo primero vez grupos xenófobos pueden tener la victoria mucho más cercana, lo que supondría un descalabro en Europa, púas estos mismos grupos también pueden ser decisivos en Alemania, Austria y Holanda. La construcción europea corre verdadero peligro.
A pesar del riesgo de que la economía francesa arrastre Europa hacia una nueva crisis económica y política, las empresas españolas deben tener preparado uno plan B ante esa eventualidad. Creo que deben tener preparado un plan de negocio internacional para garantizar su actividad, sea cual sea el futuro de Europa.
