El Departamento de Salud de la Generalitat ha abierto un expediente sancionador al hospital de Igualada después de haber detectado con su investigación «presuntas irregularidades» en el caso de Gabriel Pérez Escalante, un joven de 24 años muerto en agosto debido a una peritonitis en que derivó una apendicitis diagnosticada tarde.
La consejería, asimismo, ha reclamado al centro que adopte medidas de mejora y ha anunciado que las supervisará. También ha instado al CatSalut a iniciar un expediente de responsabilidad patrimonial por este caso.
Según ha publicado esta semana Regió 7, los responsables del hospital negaron a la familia de Gabriel Pérez toda negligencia, si bien admitieron algún error, como por ejemplo no haber hecho alguna prueba durante la segunda de las tres visitas del joven. En conclusión, según explicaron los padres de Gabriel, el hospital se refirió a la muerte como el resultado de un cúmulo de complicaciones.
«La verdad es que ya nos esperábamos una respuesta de este tipo. Lógicamente, están tapando lo que pasó«, ha declarado a Regió 7 la madre del joven. La familia prepara una denuncia contra el hospital.
