La camiseta que ha vestido este domingo, durante la Diada, el diputado de ERC en el Congreso de los Diputados Gabriel Rufián llevaba pintada una colección de nombres célebres de diferentes épocas, ideologías y contextos sin ningún vínculo directo, en algunos casos, y con evidentes y profundas discrepancias entre ellos -e incluso enemistad-, en cuanto a ideología y talante. El punto que más tienen en común la mayoría de esos nombres es la militancia antifranquista o antifascista.
En el guirigay de Rufián -escrito, aparentemente, por varias manos- tienen cabida personajes de la órbita comunista y del PSUC como Lluís Hernández (ex alcalde de Santa Coloma de Gramenet), Cipriano García y Paco Candel. También exponentes del anarquismo (algunos de ellos, autores y promotores de acciones violentas) como Salvador Seguí, Quico Sabaté, Josep Lluís Facerías, Salvador Puig Antich, Buenaventura Durruti, Joan Peiró (ex ministro de la República) o Marcel·lí Massana, junto con un antagonista ideológico tan claro como el democristiano fundador de Unió, Manuel Carrasco i Formiguera. Hizo constar también los nombres de figuras históricas de Esquerra Republicana como Francesc Macià, Lluis Companys, Josep Sunyol y Josep Irla, y de militantes independentistas como Guillem Agulló o Lluís Maria Xirinachs.
Asimismo, se podían leer, entre otros, los nombres de partidarios de la Segunda República de España como Federico García Lorca, Miguel Hernández y Clara Campoamor, el del actor Pepe Rubianes, y los de la activista por los derechos civiles norteamericana Rosa Parks y de los chilenos Salvador Allende (ex presidente del país andino) y Víctor Jara (cantautor), víctimas de la violenta represión de Augusto Pinochet.
