La Confederació de Comerç de Catalunya (CCC) ha decidido cerrar las puertas de la entidad definitivamente, después de 31 años de historia. La CCC no puede hacer frente al agujero económico al cual ha llegado, de 2,6 ME, a pesar de que éste podría llegar hasta los 5 ME, según algunas fuentes de la patronal de los comerciantes catalanes. Esta situación ha provocado el despido de todos los trabajadores de la entidad.
La junta directiva de la Confederació culpa al anterior secretario general, Miquel Àngel Fraile, de ser el responsable de este agujero económico, por lo que ha decidido preparar acciones legales contra él, unas acciones legales que se concretarán después de que se hayan acabado las auditorías que ha encargado la dirección. Fraile ocupó el cargo secretario general de la patronal del comercio catalán desde la creación de la entidad hasta el pasado mes de junio, en que fue cesado del cargo.
Esta semana está previsto que la dirección de la CCC presente concurso de acreedores, con una deuda cercana a los 5 ME. La entidad está en preconcurso desde el pasado mes de junio, y sabiendo que cuando el concurso llegue al juez es más que probable que éste pida responsabilidades, por eso se prevé que la denuncia contra Fraile se haga en breve.
La dirección de la patronal del comercio de Catalunya se ha encontrado en un callejón sin salida, después de plantear dos posibles soluciones. Una pasaba porque los socios pusieran el dinero que falta en las cuentas de la entidad. Y la otra era pedir el dinero a la patronal Fomento del Trabajo y a la Generalitat de Cataluña. Las dos opciones han quedado descartadas, por lo cual la CCC desaparece después de tres décadas de funcionamiento.
