El diario La Vanguardia ha decidido cancelar la colaboración que hacía regularmente en sus páginas el filósofo Xavier Antich. Desde el somatén mediático se ha querido vincular esta medida a un caso de censura, puesto que el último artículo del filósofo, que además es el presidente de la Fundación Tàpies, atacaba con dureza al ministro en funciones del Interior, Jorge Fernández Díaz, a raíz de la divulgación de sus conversaciones con el ex-director de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso.
Lo cierto es que el actual equipo directivo de La Vanguardia, que está inmerso en un plan de drástica reducción de gastos, ya hace tiempo que había decidido eliminar la colaboración de Xavier Antich. La razón: es el hermano de José Antich, el ex-director del diario de los Godó, que lo enchufó en el año 2000, cuando fue nombrado para el cargo en sustitución de Joan Tapia, y lo colocó como responsable del suplemento Cultura/s, subvencionado por Endesa. Se trata de un caso de nepotismo como una catedral que ahora, tres años después de la destitución de José Antich, ha sido enmendado.
Además, José Antich ha creado un nuevo diario digital, El Nacional, y ha fichado a periodistas del Grupo Godó, hecho que ha provocado la irritación de la cúpula de La Vanguardia. En este contexto, la continuidad de Xavier Antich en La Vanguardia no tenía ningún tipo de sentido, estaba cantada y, finalmente, ha sido despachado. El hermano filósofo de José Antich, que también es profesor de Ideas estéticas y teoría del arte en la Universitat de Girona, no se quedará sin altavoz mediático: desde hace tiempo, tiene otra tribuna de opinión en el diario Ara y colabora en el programa L’Oracle de Catalunya Ràdio.
